miércoles, 8 de abril de 2015

¿Hasta que la muerte los separe?

No creo en alguien para toda la vida, al contrario de lo que cualquiera pueda pensar de esta adolescente, enamoradiza y que pierde la cabeza con el primer idiota que le promete el universo, cuando en realidad lo único que tiene es un cuarto en la casa donde vive con sus viejos. 

Seguramente es por eso que la idea de responder amor y fidelidad durante toda la vida a una misma persona, me parece imposible o casi ilógico; teniendo en cuenta que haciendo eso estarás completo y feliz "hasta que la muerte los separe". 

En definitiva, mi punto de vista todavía no esta determinado, y probablemente mi futura necedad adulta y las imposiciones sociales que son casi tan imperceptibles como fuertes, terminen llevándome al altar con alguien que por lo menos cumpla con alguna de mis expectativas infantiles de príncipe azul.

Pero mientras tanto me deleito con la rebelde idea de no casarme, y de generar revuelo todo aquel que toque el tema, ya que mis principios actualmente formidables (en lo que a mi idea respecta), me defienden bastante bien.

El ser humano es una criatura social, que depende de su prójimo, pero que su contacto excesivo y la misma rutina de la convivencia (no justamente bajo el mismo techo), despiertan un instinto egoísta y de amor propio que termina por definir el ambiente, en un lugar poco placentero por momentos e inseguro para la relación. 
 Es por eso que las relaciones eternas me parecen auto destructivas, uno puede amar con toda su alma, pero no para siempre. Después ya llega un momento que todo ese amor se convierte nada más y nada menos que en una alianza cómoda. Tal vez cada tanto la chispa vuelva a encender fogatas, pero no son más que eso, fogatas que nos alimenta y nos dan calor hasta que nos saciamos y nos vamos a dormir. Hasta la próxima hambruna en la que la fogata nuevamente será encendida.
Lo único que me queda por aclarar, es que en mi familia pude ser participe de dos generaciones de matrimonios que solamente la muerte los pudo separar, por lo tanto, luego del amor todo se vuelve compañerismo y rutina de dependencia que no es para nada horripilante; hasta digo que es completamente tierna.
Pero es una vez más esta situación la que me confirma que el amor fogoso y profundo no es eterno. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario